UN ALIADO PARA LA MEMORIA Y MÁS…

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La lecitina es una sustancia imprescindible para nuestras células cerebrales. Es una de las cuatro moléculas conocidas como fosfolípidos, que mantienen integras las membranas celulares.

Todas las células dependen de sus membranas protectoras para sobrevivir, pero en las células nerviosas del cerebro dependen especialmente de esta capa externa para recibir y conducir los impulsos que nos permiten pensar y movernos.

Nuestros cerebros están flotando en ácidos grasos esenciales y fosfolípidos, uno de los cuales es la lecitina o fosfatidil colina. También interviene en la formación de la mielina, la vaina protectora que rodea las células nerviosas.

Si la lecitina no apareciese en la leche materna, los bebés desarrollarían graves alteraciones neurológicas.

La lecitina es también la fuente principal de colina, esencial para la formación de unos de nuestros transmisores más importantes: acetilcolina. La capacidad de las neuronas cerebrales para producir y liberar varios neurotransmisores depende directamente de la concentración de aminoácidos y colina en sangre.

La deficiencia de acetilcolina perjudica al aprendizaje y a la memoria (de trabajo y a largo plazo), altera la selección y evaluación de la información ambiental y produce sedación (que interfiere en la atención y la vigilancia).

Los estudios clásicos sobre la colina y la memoria han demostrado que las dosis elevadas de ésta emjoraban significativamente la capacidad de los estudiantes universitarios para recordar secuencias largas de palabras. Otro estudio en animales demostró que la colina prevenía el declive de la memoria que acompaña a la edad.

La colina también contribuye a bajar la presión arterial elevada, ya que favorece la relajación de los vasos sanguíneos, mejorando así el flujo sanguíneo. Una dieta baja en coline reduce la capacidad del hígado para procesar las grasas, lo que da como resultado un aumento de peso. Si la deficiencia es extrema puede conducir a una enfermedad del hígado.

La lecitina provoca solo una reducción moderada del colesterol totalpero mejora la proporción entre el colesterol bueno y el malo. La lecitina también es un emulsionante, de modo que descompone las grasas para una mejor digestion y ayuda tanto al colesterol como a los triglicéridos a permaneces líquidos, disminuyendo la posibilidad de que se acumulen en las paredes arteriales.

La lecitina conserva los niveles sanguíneos de carnitina, uno de los nutrientes cardíacos más esenciales del organismo, y también permite que el hígado convierta el estradiol  (la forma más peligrosa de los estrógenos) en estriol, una forma más segura de la hormona.

Así pues debería estar en la dieta habitual de mujeres que padecen una amplia gama de problemas de salud relacionados con el exceso de estas hormonas.

Existe lecitina en las hojas verdes del diente de león, las nueces y algunas semillas, pero las fuentes dietéticas más ricas en lecitina son la yema del huevo y. sobre todo la soja, de la que se extrae para su comercialización como suplemento alimentario.

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