Alimentación en la 3ª Edad

  • Tiempo de lectura:18 minutos de lectura

La 3ª edad constituye un grupo muy heterogéneo en el que no está bien definido el inicio de esta etapa fisiológica. Nosotros consideraremos su comienzo en la edad de la jubilación, es decir, alrededor de los 65 años. La OMS subdivide a los adultos mayores en:

  • Edad media: 45-59 años
  • Senectud: 60-74 años
  • Vejez: > 74 años
  • Vejez extrema: > 90 años

CARACTERÍSTICAS FISIOLÓGICAS

Los cambios ligados al envejecimiento comienzan cuando el crecimiento y desarrollo de un sistema ha finalizado. La pérdida de la capacidad funcional a partir de los 30 años es de un 0,8% anual. Este envejecimiento biológico varía entre los individuos y los distintos órganos y sistemas pueden envejecer a diferente velocidad. La disminución de la capacidad funcional se manifiesta especialmente cuando el individuo se ve forzado o estresado por situaciones diversas.

Los cambios fisiológicos ligados al envejecimiento se producen con el paso de los años y al ritmo propio de cada persona. Influyen factores genéticos y ambientales.

  • La talla disminuye como media a partir de la edad adulta, aproximadamente 1 cm cada 10 años.
  • El peso aumenta entre los 40 y los 50 años de edad, para estabilizarse y disminuir a partir de los 70 años. (No deben aplicarse las tablas de peso convencionales para los ancianos).
  • Disminuye el metabolismo basal por disminución de la masa muscular (6,3% menos cada 10 años a partir de los 30) y aumento del tejido adiposo y del tejido conectivo fibroso.
  • Esta disminución del metabolismo basal se traduce en menores requerimientos energéticos.
  • Se necesita más oxígeno para realizar cualquier actividad física. Aún así, es importante realizar ejercicio físico en función de las posibilidades particulares del individuo. La disminución de actividad física acelera la pérdida de calcio óseo y de masa muscular.
  • Se produce una pérdida parcial de las capacidades sensoriales.
  • Disminuye el agua corporal, principalmente la proveniente del agua extracelular, por lo que el hígado disminuye su capacidad para metabolizar fármacos.
  • Se alteran los procesos y secreciones digestivas como:
  • Disminución de la secreción de saliva y los niveles de ptialina.
  • Reducción de los procesos motores desde el esófago al intestino delgado.
  • Menores secreciones gástricas y pancreáticas.
  • La sensación de defecación disminuye.
  • Reducción de la absorción intestinal de nutrientes.
  • Existen modificaciones funcionales renales, incluyendo una disminución en la capacidad para diluir y concentrar la orina, así como para eliminar los productos catabólicos, como consecuencia de la pérdida progresiva de nefronas.
  • Al disminuir la elasticidad del pulmón, se produce una reducción de las capacidades funcionales respiratorias.
  • Disminuye la capacidad funcional osteoarticular.
  • Afectación del cerebro reduciéndose el peso encefálico total, el riego sanguíneo y las funciones metabólicas, con reducción en la síntesis de neurotransmisores, que repercute en las facultades intelectuales como la memoria y el razonamiento abstracto.
  • Desequilibrio metabólico general, predominando el catabolismo frente al anabolismo al alterarse la dotación hormonal y enzimática.
  • Alteración del sistema inmune, disminuyendo con la edad la inmunidad celular y humoral y aumentando los procesos autoinmunes.
  • Afectación del sistema cardiovascular con deterioro de la reserva funcional cardíaca y aumento progresivo de la rigidez de la aorta y sus ramas, y mayor incidencia del aumento de la presión arterial.

INGESTAS RECOMENDADAS

Existen grandes dificultades para establecer las IR en este grupo de población por diversas razones. Una razón importante es la heterogeneidad fisiológica del grupo, ya que puede existir gran diferencia entre la edad cronológica y la edad biológica. Otra razón también importante es la ausencia de estudios suficientes que permitan conocer con mayor precisión los requerimientos nutricionales en la vejez, los cuales están afectados por factores como: estado de salud general, grado de actividad física, cambios en la capacidad masticatoria, digestión y absorción, empleo de los nutrientes por los tejidos, estado emocional y salud mental.

En líneas generales, se acepta que las IR para las personas mayores son las mismas que las de los adultos más jóvenes, aunque algunos autores proponen modificaciones en las IR de vitaminas y minerales.

Aspectos principales de los aportes nutricionales

ENERGÍA

Las necesidades calóricas vienen determinadas por el metabolismo basal y la actividad física.                Dado que ambos disminuyen con la edad, también lo hacen los requerimientos energéticos. Las IR deben disminuirse para el hombre de 2.700 Kcal/día a los 50 años a 2.000 Kcal/día para más de 75 años. En la mujer, desde 2.000 a 1.600 Kcal/día.

PROTEÍNAS

La recomendación nutricional es como la del adulto joven, pero como al haber una disminución de masa muscular, el aporte de proteína por Kg de fracción magra es mayor. El sentido de esta recomendación es, más que perseguir un aumento de la masa muscular, que haya suficiente cantidad de proteína para que el aporte no sea deficiente. Las deficiencias proteicas en personas mayores no son raras y se manifiestan con sensación de fatiga, retardo en la cicatrización y disminución de la resistencia física. El suministro proteico pasa por la ingesta de alimentos con proteína de alto valor biológico.

LÍPIDOS

Se aconseja que la proporción de grasa de la dieta no sea >30% del total de Kcal. Se continúa con las mismas recomendaciones nutricionales que para cualquier edad, con mayor presencia de AGMI (aceite de oliva), menor cantidad de AGS y presencia de cantidades significativas de AGPI, especialmente los provenientes del pescado.

HIDRATOS DE CARBONO

Se recomienda consumir sobre todo hidratos de carbono complejos y reducir al máximo los azúcares simples. Esto se debe a que existen hiperglucemias y diabetes que aparecen sobre todo en edad senil.

Hay que añadir a esto que los hidratos de carbono muy refinados causan aumento de las concentraciones de colesterol y triglicéridos en sangre cuando sustituyen a los hidratos de carbono complejos. El consumo de azúcar debe reducirse a un 10% del total de Kcal. El exceso puede desplazar de la dieta a otros alimentos que contienen nutrientes esenciales, mientras que el consumo recomendado de hidratos de carbono totales de ~ 55% de la energía total, puede mejorar la ingesta de vitaminas, minerales y fibra. Se recomienda la ingesta habitual de alimentos ricos en fibra regula la motilidad intestinal y reduce el riesgo de padecer cáncer de colon y otras enfermedades.

VITAMINAS

Se siguen las mismas recomendaciones que para los adultos jóvenes, pero teniendo en cuenta algunas consideraciones:

  • Una persona mayor es más proclive a deficiencias vitamínicas por diversas razones como:
  • Ingesta baja y caprichosa.
  • Reducción de la absorción.
  • Disminución de los depósitos corporales.
  • El uso crónico de ciertos medicamentos puede provocar o agravar situaciones de déficit vitamínico.
  • La sintomatología de la deficiencia vitamínica puede no quedar clara, siendo enmascarada por otras enfermedades o reacciones medicamentosas adversas.
  • A veces se recomiendan suplementos vitamínicos, en especial cuando la ingesta calórica es < 1.500 Kcal/día o se aprecia dieta desequilibrada.

MINERALES

También se aceptan las IR para adultos jóvenes, pero haciendo las siguientes consideraciones:

  • Los estudios sobre el estado nutricional mineral en edad avanzada muestran en muchos casos deficiencias minerales.
  • La secreción gástrica disminuida puede afectar a la absorción de Ca y Fe.
  • Debe recomendarse el uso de suplementos de minerales cuando exista constancia de una dieta desequilibrada.
  • En los individuos con alta ingesta en fibra, puede darse una menor absorción de ciertos minerales como calcio, magnesio, hierro y zinc, lo que debe ser tenido en cuenta a la hora de planificar la dieta.
  • Tanto en vitaminas como en minerales, puede haber deficiencias subclínicas que no manifiesten síntomas evidentes o que se achaquen al propio proceso de envejecimiento y no a un determinado déficit nutricional.

AGUA

El anciano puede presentar problemas tanto de deshidratación como de hiperhidratación, debiendo destacar los siguientes aspectos:

  • El anciano debe ingerir agua (y/o líquidos) abundantemente (excepto cuando se aconseje lo contrario) para mantener una hidratación adecuada.
  • Además, una restricción hídrica puede conducir a infección, estreñimiento, disminución de la capacidad de la vejiga y desequilibrio de los balances hídrico-electrolíticos. Los factores causantes de una restricción hídrica pueden ser: menor sensación de sed, falta de motivaciones personales, miedo a incontinencia o nocturia, inaccesibilidad a fluidos, incapacidad para beber sin ayuda y estado mental alterado.
  • Los problemas de exceso de líquido se relacionan generalmente con una función renal y/o vascular disminuida.
  • Debe evitarse la ingesta excesiva de sal para evitar la retención hídrica, ayudando a reducir la hipertensión. Para ello, se evitarán muchos alimentos procesados y sazonados con alto contenido en sal.
RECOMENDACIONES GENERALES
  • El peso corporal debe acercarse lo más posible al ideal.
  • Consumir alimentos con alto contenido en nutrientes, sobre todo cuando la ingesta calórica total es pequeña.
  • Consumir preferentemente hidratos de carbono complejos, como pan, legumbres y cereales integrales.
  • Consumir un 60% de proteínas de origen vegetal y un 40% de origen animal (como máximo). Las fuentes proteicas animales deberían ser: leche desnatada, yogur, quesos no grasos, requesón, huevos (2/semana), pescado azul o blanco y pollo sin piel.
  • Ingerir alimentos ricos en fibra como frutas y vegetales. Las fibras mucilaginosas del tipo pectinas, goma guar o glucomanano son mejor toleradas que las que contienen mucha lignina como el salvado y el pan integral.
  • Los aceites deben ser vegetales: maíz, girasol, y sobre todo, oliva.
  • En los alimentos cocidos, la persona mayor debe ingerir siempre el líquido, jugo o caldo, para aprovechar todas las vitaminas y minerales del alimento.
  • Deben consumirse frutas y verduras frescas sin exprimir en la medida de los posible, para aprovechar la fibra y las vitaminas. Si se tienen problemas masticatorios, hecho que obliga a su trituración, el producto resultante no debe ingerirse más tarde de media hora después de su preparación.
  • Beber 2 litros de agua al día, además de la que aporten los alimentos (aunque no se tenga sed). Esta ingesta de líquidos debe ser en forma de agua (sin gas y que no esté mineralizada en exceso), infusiones, zumos, jugos y caldos.
  • Pasear al sol para favorecer la producción de vitamina D.
  • La textura de las comidas debe adaptarse a la capacidad masticatoria del individuo.
  • La ingesta de huevos se limitará a 2/semana.

MALNUTRICIÓN

  • Desconocimiento de la dieta adecuada.
  • Menos de 8 comidas principales (desayuno, comida y cena) a la semana.
  • Ausencia de frutas y verduras en la dieta habitual.
  • Suelen saciarse pronto, por lo que el primer plato se consume mejor que el segundo.
  • Largos períodos del día sin comer ni beber.
  • Apatía, estado depresivo o de soledad que conduce a una anorexia.
  • Cambio de peso inesperado.
  • Dificultad para realizar las compras.
  • Dificultades económicas.
  • Algún tipo de incapacidad.
  • Trastornos psiquiátricos.
  • Interacciones fármaco-nutriente por el elevado consumo de medicamentos.
  • Malabsorción. Es la principal causa de desnutrición. Entre las causas principales están la contaminación bacteriana, la celiaquía y la insuficiencia pancreática.
  • Alcohol y drogas.
  • Dietas estrictas.

Consecuencias

a)    por exceso:

  • Obesidad
  • Hiperlipemias
  • Diabetes

b)    por defecto:

  • Malnutrición proteico-calórica
  • Deshidratación
  • Carencia de hierro
  • Carencia de potasio, magnesio, cromo, zinc, manganeso, cobre, selenio (por dieta poco variada).
  • Carencia de vitaminas A, D, E, C, grupo B.

La malnutrición es un estado patológico relativamente fácil de evitar. El punto más importante para prevenirla es seguir una dieta saludable y suficiente. Las comidas deben estar distribuidas en 3-5 ingestas diarias, con un contenido muy variado en alimentos para asegurar que no se dan carencias nutricionales.

MEDICAMENTOS

Los ancianos suelen consumir gran cantidad de medicamentos, que suelen tener implicaciones nutricionales: alteraciones en la absorción de determinados nutrientes y aceleración en su eliminación. Sobre todo, interfieren en las vitaminas A, B1, B12, D, K y ácido fólico.

ACTIVIDAD FÍSICA

Como en todas las etapas fisiológicas de la vida, la actividad física tiene muchas ventajas si se realiza acorde con las posibilidades y de forma continuada: mejoran las capacidades anabólicas, circulatorias, respiratorias, óseas y musculares; se enlentece el cambio en la composición corporal; disminuye la probabilidad de deficiencias nutricionales al aumentar la ingesta energética; contribuye a la distracción.